viernes, 8 de abril de 2011

carta de la tierra

La Carta de la Tierra (del inglés The Earth Charter) es una declaración internacional de principios, propuestas y aspiraciones para una sociedad mundial sostenible, solidaria, justa y pacífica en el siglo XXI.
  • Promovida en el entorno de las Naciones Unidas y de sus organizaciones, ha sido traducida a más de 30 lenguas desde su lanzamiento en el año 2000. Desde entonces la Carta ha ido ganando difusión y reconocimiento en todos los países.
  • La declaración contiene un planteamiento global y conciso de los retos del planeta, así como propuestas de cambios y de objetivos compartidos que pueden ayudar a resolverlos. Está redactada en un estilo accesible y en lenguaje positivo.
  • Aunque abarca muchas áreas de atención y de detalle, su resumen es muy simple: todos somos uno. La Carta llama a la humanidad a desarrollar una visión universal y de conjunto en una coyuntura crítica de la historia.
  • La Carta de la Tierra no pretende ser la única respuesta posible a los problemas actuales de la humanidad, y tampoco ser exhaustiva. No obstante, al tener un contenido consistente, trabajado, fruto de un diálogo internacional muy amplio, goza de aceptación generalizada.
  • La Carta no ha nacido con el objetivo de ser un documento internacional más. Tratando de ir más allá de la teoría, se ha ido desarrollando a la vez un movimiento internacional plural, autónomo, que trabaja para poner en práctica sus principios. Esta red civil global es conocida como la Iniciativa de la Carta de la Tierra.
Una sociedad global para el siglo XXI
  • La visión del documento muestra que la protección del medio ambiente, los derechos humanos, el desarrollo equitativo de los pueblos y la paz son interdependientes e indivisibles. Todos los problemas están relacionados: los ambientales, los sociales, los económicos, los políticos y los culturales, lo cual invita a promover soluciones que los tengan en cuenta conjuntamente.[2]
Por ello la Carta de la Tierra es ante todo una declaración solidaria, que habla de responsabilidad global, no sólo de ecología o sostenibilidad ambiental.
  • Es lógico que en la sociedad haya aspiraciones y perspectivas diferentes. La Carta llama a superar las diferencias y a encontrar puntos de unión al servicio del bienestar colectivo.
  • En definitiva, la Carta de la Tierra trata de proporcionar una base ética y democrática para la sociedad global del siglo XXI, sobre la convicción de que hay otras formas de globalización más allá de la perspectiva económica y del beneficio a cualquier precio.
El documento es una llamada de atención sobre la mentalidad irracional y egocéntrica de unos pocos, pero influyentes, que junto con la pasividad de la mayoría, está produciendo estragos sociales y ambientales a tal escala que se está poniendo en peligro el futuro de la humanidad.
  • La declaración manifiesta y cree que se puede vivir y disfrutar en la Tierra sin destruirla y sin causar daño a las comunidades y seres vivos que la habitan. "El proceso requerirá un cambio de mentalidad y de corazón", afirma el texto en su final.
Una sociedad global para el siglo XXI
  • La visión del documento muestra que la protección del medio ambiente, los derechos humanos, el desarrollo equitativo de los pueblos y la paz son interdependientes e indivisibles. Todos los problemas están relacionados: los ambientales, los sociales, los económicos, los políticos y los culturales, lo cual invita a promover soluciones que los tengan en cuenta conjuntamente.[2]
Por ello la Carta de la Tierra es ante todo una declaración solidaria, que habla de responsabilidad global, no sólo de ecología o sostenibilidad ambiental.
  • Es lógico que en la sociedad haya aspiraciones y perspectivas diferentes. La Carta llama a superar las diferencias y a encontrar puntos de unión al servicio del bienestar colectivo.
  • En definitiva, la Carta de la Tierra trata de proporcionar una base ética y democrática para la sociedad global del siglo XXI, sobre la convicción de que hay otras formas de globalización más allá de la perspectiva económica y del beneficio a cualquier precio.
El documento es una llamada de atención sobre la mentalidad irracional y egocéntrica de unos pocos, pero influyentes, que junto con la pasividad de la mayoría, está produciendo estragos sociales y ambientales a tal escala que se está poniendo en peligro el futuro de la humanidad.
  • La declaración manifiesta y cree que se puede vivir y disfrutar en la Tierra sin destruirla y sin causar daño a las comunidades y seres vivos que la habitan. "El proceso requerirá un cambio de mentalidad y de corazón", afirma el texto en su final.

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